
Lo nuestro comenzó en 1995 con una bandeja de dulces y un barrio que los esperaba. Desde entonces, Dulces Sandy ha crecido sin perder su esencia: recetas familiares, trabajo artesanal y una obsesión por el sabor auténtico de los clásicos chilenos.
Cada alfajor, empolvado u hojarasca se hace con el mismo cuidado de siempre: cocción justa, rellenos generosos y terminaciones limpias. No hay atajos: lo que probaste de niño, sigue sabiendo igual.
Cuarenta años después, seguimos en Curacaví, orgullosos de llevar a tu mesa ese antojo que nunca falla. Gracias por ser parte de esta historia.

TRADICIÓN FAMILIAR
Hechos a mano con el legado de casa. Dulces con historia, no de fábrica.
SABOR AUTÉNTICO
Manjar de verdad y receta de cocina chilena. Lo clásico, tal como debe saber.
INGREDIENTES
Materias primas seleccionadas y procesos cuidados. Sabor limpio y parejo.
FRESCOS CADA DÍA
Horneamos en tandas pequeñas. Llega, se disfruta, se acaba. Así de simple.
ENTREGA PUNTUAL Y SEGURA
Retiro en local y envíos programados. Empaque firme: llegan perfectos.
VARIEDAD PARA TODOS
Alfajores, palitas, cuadrados, príncipe… y versiones sin azúcar y sin lactosa.










